Durante décadas se mantuvo la firme creencia de que el capital financiero era la clave que permitía el desarrollo de las empresas. Hoy en día, se piensa que la capacidad de una empresa para reclutar y retener a una buena fuerza de trabajo es lo que constituye la clave principal para la operación del negocio. El panorama actual se relaciona con el talento, las competencias y el capital intelectual, ocupando así una posición crucial la gestión del capital humano.
Las personas constituyen el principal activo de la organización, por lo que las organizaciones con éxito saben que solo pueden crecer, prosperar y mantener su continuidad, si son capaces de optimizar el rendimiento de sus empleados sobre las inversiones de todos sus grupos de interés. Cuando una organización se orienta hacia las personas, su filosofía global y su cultura organizacional reflejarán esa creencia. Creencia adoptada tras la evolución del desarrollo organizacional, sus antecedentes y valores.
El potencial de cada Organización, lo representan sus colaboradores
